sábado, 29 de octubre de 2016

La lucha contra la dictadura

Antecedentes:
Los hermanos Flores Magón fueron sin duda algunos de los personajes cuyas ideas liberales hicieron cimbrar el régimen de Porfirio Díaz. Fueron precursores de la Revolución, pues mediante la publicación del periódico Regeneración realizaron fuertes críticas al régimen de Díaz, lo que les costó la clausura de su periódico, pero luego compraron la cabeza de una revista y la convirtieron en un periódico llamado el Hijo del Ahuizote. También cofundaron el Partido Liberal Mexicano, el movimiento que impulsaba este partido puso en entre dicho la transformación de México en un país moderno y se publicó el Programa del Partido Liberal que estaba compuesto por ocho capítulos y 51 artículos. Lo que más destacaba del programa era la protección a los indígenas, la reorganización de los municipios y la supresión de los jefes militares. Ricardo Flores Magón en unión con otros dirigentes del Partido Liberal Mexicano (PLM), firmó un Manifiesto a la Nación en el que llamaba a luchar por la libertad y la aplicación de la justicia, a luchar contra los poderosos extranjeros. El movimiento obrero dirigido por los hermanos Magón, se sustentaba en una ideología anárquica que postulaba: “Al individuo como única realidad, por lo tanto, debe ser absolutamente libre, de modo que toda constricción ejercida sobre él, es ilegítima, de donde resulta ilegitimidad del Estado”. Fueron prácticamente la primera gran oposición que tuvo Díaz ante su régimen, y varias propuestas magonistas, después de la lucha revolucionaria, se vieron reflejadas en la constitución de 1917.
Plan de San Luis
Otro personaje importante y reconocido de la Revolución, fue Francisco I. Madero, que era un terrateniente de Coahuila, creció en una familia aristocrática y acaudalada, lo que le permitió tener buenos estudios. Se acercó al mundo de la política cuando organizó en Coahuila el Partido Democrático Independiente y editó el periódico El Demócrata, lo que le permitió conocer a los hermanos Flores Magón. La entrevista hecha a Díaz por Creelman alentó sus ideales políticos, pero Díaz se había vuelto a postular para las elecciones de presidente, al sentir que lo dicho por Díaz en la entrevista fue un engaño, publico su libro la sucesión presidencial de 1910 donde advertía del peligro de una revolución. Madero comenzó a fundar clubes antirreleccionistas con el lema “Sufragio efectivo. No reelección” y fundó el Partido Nacional Antirreleccionista, que designo a Madero como candidato para contender por la presidencia, viajó por el país alentando a que el pueblo despertara a la democracia, pero fue aprehendido en Monterrey y llevado a una cárcel en San Luis Potosí, lo que le impidió ganar la elecciones y Díaz fue proclamado vencedor. Ante los rumores de que intentarían asesinarlo Madero escapa de San Luis Potosí a y se refugia en San Antonio Texas donde planeó y organizó la resistencia. Proclamo el Plan de San Luis (5 de octubre de 1910) donde declaraba la nulidad de las elecciones anteriores, desconocía el régimen de Díaz, la no reelección, la restitución de tierras, el nombramiento de un presidente provisional para llamar a elecciones, entre otras cosas, pero una de las más características era que fijaba el 20 de noviembre, a las seis de la tarde como inicio de la sublevación.
Inicio de la lucha
A partir del 20 de noviembre comenzaron a registrarse brotes armados proclamando los principios contenidos en el Plan de San Luis. Unos de los más importantes fueron los dirigidos por Pascual Orozco y Francisco Villa en Chihuahua y Emiliano Zapata en Morelos. Estos levantamientos tuvieron replicas en varias partes del país, en casi todos los Estados de la República y extendieron el movimiento. Pascual Orozco desobedeciendo a Madero atacó Ciudad Juárez y se apoderó de ella, el panorama del país era raro ya que en la capital se celebraba el centenario de la independencia e incluso Díaz había jurado por octava ocasión como presidente. Al regresó de madero a territorio nacional, este encontró una dictadura tambaleante a lo que intentó negociar, pero no pudo lograr ningún acuerdo con los rebeldes que exigían la renuncia de Díaz.
En Ciudad Juárez Madero junto con los que habían tomado la ciudad firmaron los Tratados de Ciudad Juárez. Después de estos acontecimientos Díaz renunció a la presidencia y Francisco León de la Barra entró como presidente provisional para preparar nuevas elecciones, donde Madero resultó electo presidente.
Madero asume la presidencia
Noviembre 6 de 1911
Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, toman posesión oficial de los cargos de Presidente y Vicepresidente de la República.
En las elecciones de octubre de 1911, él y Pino Suárez fueron postulados por el Partido Constitucional Progresista; el Partido Antirreeleccionista postuló al mismo Madero y a Francisco Vázquez Gómez; y el Partido Católico, a Madero y Francisco León de la Barra.
Al celebrarse el proceso electoral, el Partido Constitucional Progresista obtuvo la victoria con muchos votos de ventaja. Madero obtuvo 19,997 votos, contra 87 de León de la Barra y 16 de Emilio Vázquez. Pino Suárez, obtuvo 10,245 votos, de la Barra 5, 564 y Vázquez Gómez 3,373 votos. Los votos representaban a un elector por cada Sección de 500 votantes, de modo que Madero obtuvo el triunfo con el apoyo de unos diez millones de ciudadanos.
Antes de las elecciones, los magonistas llamaron a luchar contra Madero porque “buscaba sustituir a una dictadura oligárquica por una burguesa”; siete días antes de su toma de posesión fue expedido el “Plan de Tacubaya”, que desconocía con anticipación al futuro gobierno, anulaba las elecciones, disolvía las Cámaras del Congreso de la Unión y declaraba que su objetivo era llevar a Emilio Vázquez Gómez –hermano de Francisco – a la Presidencia de la República; acusaban a Madero de nepotismo, de traidor al “Plan de San Luis” y de imponer a Pino Suárez y a algunos gobernadores.
Ya en el gobierno Madero continuará perdiendo apoyos fundamentales al enfrentarse a los campesinos de Morelos y al romper con los hermanos Vázquez Gómez; pero, sobre todo, su popularidad disminuirá por la prensa de oposición. A las tres semanas, ya habrá rebeliones armadas: los zapatistas lo desconocerán mediante el Plan de Ayala –importante por su trascendencia social-, y Pascual Orozco encabezará la rebelión más importante de esa etapa



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