Antecedentes:
Los hermanos Flores Magón fueron
sin duda algunos de los personajes cuyas ideas liberales hicieron cimbrar el
régimen de Porfirio Díaz. Fueron precursores de la Revolución, pues mediante la
publicación del periódico Regeneración realizaron
fuertes críticas al régimen de Díaz, lo que les costó la clausura de su
periódico, pero luego compraron la cabeza de una revista y la convirtieron en
un periódico llamado el Hijo del Ahuizote.
También cofundaron el Partido Liberal Mexicano, el movimiento que impulsaba este
partido puso en entre dicho la transformación de México en un país moderno y se
publicó el Programa del Partido Liberal que estaba compuesto por ocho capítulos
y 51 artículos. Lo que más destacaba del programa era la protección a los
indígenas, la reorganización de los municipios y la supresión de los jefes
militares. Ricardo Flores Magón en unión con otros dirigentes del Partido
Liberal Mexicano (PLM), firmó un Manifiesto a la Nación en el que llamaba a
luchar por la libertad y la aplicación de la justicia, a luchar contra los
poderosos extranjeros. El movimiento obrero dirigido
por los hermanos Magón, se sustentaba en una ideología anárquica que
postulaba: “Al individuo como única realidad, por lo tanto, debe ser
absolutamente libre, de modo que toda constricción ejercida sobre él, es ilegítima,
de donde resulta ilegitimidad del Estado”. Fueron prácticamente la primera gran
oposición que tuvo Díaz ante su régimen, y varias propuestas magonistas,
después de la lucha revolucionaria, se vieron reflejadas en la constitución de
1917.
Plan
de San Luis
Otro personaje
importante y reconocido de la Revolución, fue Francisco I. Madero, que era un
terrateniente de Coahuila, creció en una familia aristocrática y acaudalada, lo
que le permitió tener buenos estudios. Se acercó al mundo de la política cuando
organizó en Coahuila el Partido Democrático Independiente y editó el periódico
El Demócrata, lo que le permitió conocer a los hermanos Flores Magón. La
entrevista hecha a Díaz por Creelman alentó sus ideales políticos, pero Díaz se
había vuelto a postular para las elecciones de presidente, al sentir que lo
dicho por Díaz en la entrevista fue un engaño, publico su libro la sucesión presidencial de 1910 donde
advertía del peligro de una revolución. Madero comenzó a fundar clubes
antirreleccionistas con el lema “Sufragio efectivo. No reelección” y fundó el
Partido Nacional Antirreleccionista, que designo a Madero como candidato para
contender por la presidencia, viajó por el país alentando a que el pueblo
despertara a la democracia, pero fue aprehendido en Monterrey y llevado a una
cárcel en San Luis Potosí, lo que le impidió ganar la elecciones y Díaz fue
proclamado vencedor. Ante los rumores de que intentarían asesinarlo Madero
escapa de San Luis Potosí a y se refugia en San Antonio Texas donde planeó y
organizó la resistencia. Proclamo el Plan de San Luis (5 de octubre de 1910)
donde declaraba la nulidad de las elecciones anteriores, desconocía el régimen
de Díaz, la no reelección, la restitución de tierras, el nombramiento de un
presidente provisional para llamar a elecciones, entre otras cosas, pero una de
las más características era que fijaba el 20 de noviembre, a las seis de la
tarde como inicio de la sublevación.
Inicio
de la lucha
A partir del 20 de
noviembre comenzaron a registrarse brotes armados proclamando los principios
contenidos en el Plan de San Luis. Unos de los más importantes fueron los
dirigidos por Pascual Orozco y Francisco Villa en Chihuahua y Emiliano Zapata
en Morelos. Estos levantamientos tuvieron replicas en varias partes del país,
en casi todos los Estados de la República y extendieron el movimiento. Pascual
Orozco desobedeciendo a Madero atacó Ciudad Juárez y se apoderó de ella, el
panorama del país era raro ya que en la capital se celebraba el centenario de
la independencia e incluso Díaz había jurado por octava ocasión como
presidente. Al regresó de madero a territorio nacional, este encontró una
dictadura tambaleante a lo que intentó negociar, pero no pudo lograr ningún
acuerdo con los rebeldes que exigían la renuncia de Díaz.
En Ciudad Juárez
Madero junto con los que habían tomado la ciudad firmaron los Tratados de Ciudad Juárez. Después de
estos acontecimientos Díaz renunció a la presidencia y Francisco León de la
Barra entró como presidente provisional para preparar nuevas elecciones, donde
Madero resultó electo presidente.
Madero asume la presidencia
Noviembre 6 de 1911
Francisco I. Madero
y José María Pino Suárez, toman posesión oficial de los cargos de Presidente y
Vicepresidente de la República.
En las elecciones de
octubre de 1911, él y Pino Suárez fueron postulados por el Partido
Constitucional Progresista; el Partido Antirreeleccionista postuló al mismo
Madero y a Francisco Vázquez Gómez; y el Partido Católico, a Madero y Francisco
León de la Barra.
Al celebrarse el
proceso electoral, el Partido Constitucional Progresista obtuvo la victoria con
muchos votos de ventaja. Madero obtuvo 19,997 votos, contra 87 de León de la
Barra y 16 de Emilio Vázquez. Pino Suárez, obtuvo 10,245 votos, de la Barra 5,
564 y Vázquez Gómez 3,373 votos. Los votos representaban a un elector por cada
Sección de 500 votantes, de modo que Madero obtuvo el triunfo con el apoyo de
unos diez millones de ciudadanos.
Antes de las
elecciones, los magonistas llamaron a luchar contra Madero porque “buscaba
sustituir a una dictadura oligárquica por una burguesa”; siete días antes de su
toma de posesión fue expedido el “Plan de Tacubaya”, que desconocía con
anticipación al futuro gobierno, anulaba las elecciones, disolvía las Cámaras
del Congreso de la Unión y declaraba que su objetivo era llevar a Emilio
Vázquez Gómez –hermano de Francisco – a la Presidencia de la República;
acusaban a Madero de nepotismo, de traidor al “Plan de San Luis” y de imponer a
Pino Suárez y a algunos gobernadores.
Ya en el
gobierno Madero continuará perdiendo apoyos fundamentales al enfrentarse a los
campesinos de Morelos y al romper con los hermanos Vázquez Gómez; pero, sobre
todo, su popularidad disminuirá por la prensa de oposición. A las tres semanas,
ya habrá rebeliones armadas: los zapatistas lo desconocerán mediante el Plan de
Ayala –importante por su trascendencia social-, y Pascual Orozco encabezará la
rebelión más importante de esa etapa